El pasado 7 de junio, a la 22:00 horas, tenía lugar por las calles de la ciudad del Turia la segunda edición de la 15k Nocturna Valencia Banco Mediolanum y hasta allí me fui a representar a corre y cocina y disfrutar de dicha carrera y un fantástico fin de semana. Debo confesar que ya me quedé con ganas de participar en la primera edición pero el hecho de no ser una popular habitual de 10km y de pillarme a más de 400km de casa me acabó echando atrás. Este año, después de haber debutado en la distancia de media maratón y confirmar que 15km son asequibles, no me la quería perder así que... convencí a mi chico y allá nos fuimos. ¡Lástima que Myriam, mi compañera de fatigas runeras, no pudiera acompañarme!
Foto tomada justo antes del pistoletazo de salida |
La prueba, organizada por el Club de Atletismo Valencia Terra i Mar y la Fundación Valencia Club de Atletismo de la Comunitat Valenciana, citó a más de 8000 corredores que recorrimos los rincones más emblemáticos de la ciudad con un ambiente impresionante. Batucadas, charangas, cohetes y, sobre todo, gente, mucha gente que se había echado a la calle para darnos esos ánimos que a veces te hacen sacar fuerzas de donde casi no las tienes y que tanto se agradecen. También entre los corredores se respiraba el buen ambiente y yo siento haber perdido la pista del simpático valenciano que nos acompañó a mi pareja y a mí hasta casi el km13. Me hubiera gustado poder agradecerle personalmente todas las explicaciones que me fue dando de los puntos por los que íbamos pasando y el apoyo que me ofreció desde el primer habituallamiento en el que me animó a no parar aunque yo acabé haciendo caso omiso porque quería beber tranquilamente. :)
El clima, que era algo que a mí me preocupaba bastante ya que no estoy acostumbrada al ambiente tan húmedo de las zonas costeras, fue ideal. No hacía mucho calor y corría airecito pero también es verdad que me tocó sudar más de lo habitual y que al principio me agobió un poco, no sé si porque se me juntó con un fuerte flato que me acompañó desde el kilómetro 2 hasta pasado el 10. Lo bueno es que no me dejé amedrentar y apretándome, masajeándome e intentando controlar la respiración fue capaz de llegar a la meta donde me esperaban dos buenas amigas y a las que agradezco enormemente la buena disposición que nos ofrecieron para todo. ¿El tiempo? No llegó a 1h 34' y creo que está muy bien ya que el objetivo era hacer unos 6,5 minutos por kilómetro.
En definitiva, esta vez no puedo ir describiendo sensaciones por kilómetros porque la mitad de ellos no los ví y gran parte de recorrido se me redujo a controlar el flato pero... la carrera estuvo genial y estoy deseando volver sobre todo si se convierte nuevamente en la excusa ideal para pasar un fin de semana de playa rodeada de amigos de los de verdad como fue el caso.
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