Empezamos el año con nuevo contenido gracias a un nuevo colaborador, en este caso hablando de algo que en estos días todos nos planteamos, perder esos kilos de más. También a partir de ahora habrá un lugar en este espacio para hablar de nutrición siempre relacionado con el deporte, por supuesto, si os interesa, os dejamos con el primero de muchos más artículos:
Ahora que comienza un nuevo año,
todo son buenos propósitos. Quizá después de todas las comilonas de las pasadas
fiestas navideñas y los excesos que las acompañan como el elevado consumo de
alcohol o la falta de sueño y descanso de estos días, nos hayamos propuesto lo
que se conoce como “ponerse a dieta”. Esto no es del todo correcto, ya que
todos y todas seguimos una dieta…, lo que ocurre es que puede ser la dieta que
precisamos y por ende, ser la idónea o por el contrario ser catastrófica para
nuestro organismo, como lo es generalmente en estos días navideños.
Esto nos lleva a realizar nuestra “nueva” dieta, por lo general baja en
calorías y grasa, de forma que iremos cumpliendo los objetivos a medida que
vayamos perdiendo peso. Pero la cuestión es, ¿de qué perdemos peso? La idea es
perder grasa y conservar el tejido magro (masa muscular, tejido óseo y tejido
visceral). No nos vale perder peso a cualquier precio, debe ser a base del tejido graso. De ese tejido que
ha quedado más inflamado que nunca debido a todos los errores dietéticos que
hemos cometido no sólo en estas fechas, si no en algunos casos, durante años.
De esta idea surge que adelgazar no debe corresponder a una simple
pérdida de peso, si no a mejorar la relación entre la masa magra y el tejido
graso. Si nos centramos en disminuir nuestro peso de cualquier forma, es muy
posible que perdamos peso muy rápidamente a expensas de nuestro tejido muscular
(¿Os suena la dieta Dukan?), siendo de este modo como nuestro peso bajaría de
manera considerable, quedando el porcentaje graso aumentado.
La pérdida de peso sin control no distingue entre grasa, tejido muscular
y agua. De hecho lo que más se pierde al principio de un cambio nutricional (al
comienzo de la dieta), es agua debido a la disminución de productos procesados
ricos en sal, aumento de productos frescos, disminución de la inflamación
general… Causando un efecto diurético inmediato. Por esto se pierde tanto peso
al principio, creando un espejismo al creer que el ritmo de pérdida de peso
será constante durante el tiempo que “estemos a dieta”.
Muchas “dietas” se basan en la reducción de carbohidratos, calorías y
líquidos, en detrimento muscular. Esto sencillamente, es enseñar o entrenar a
nuestro cuerpo a que engorde. ¿Os suena el efecto Yo-Yo o rebote? Seguro que
conocéis a alguien que ha probado todas las dietas habidas y por haber, no
logrando conseguir sus objetivos, estando siempre “a dieta”. Este procedimiento en el mejor de los casos,
hace a una persona esbelta, pero a la vez gorda, y consecuentemente con una
estética deficiente.
¿Entonces? ¿Qué podemos hacer? ¿Es todo tan complejo? Las buenas
noticias son que todo es mucho más sencillo, sin entrar en patologías médicas como
la obesidad en grados máximos.
Lo primero, es que se deben respetar los ritmos fisiológicos. Esto suena
a ciencia-ficción en estos tiempos donde lo que vende es la rapidez de los
resultados, pero nuestro organismo no sabe de marketing ni de dietas de moda,
ni de ese tipo de prisas y estrés. Es más, pueden resultar fatales como hemos
comentado anteriormente.
Por tanto, debemos respetar la fisiología y la lógica del
adelgazamiento, disminuyendo nuestro peso en 500 gramos cada semana. Así, nos
aseguramos de perder sólo grasa y de evitar un posible “rebote”. Esto es lo que
se conoce como: lento, pero seguro. Tened
en cuenta que en las primeras semanas se perderá más, pudiéndose llegar hasta 1
kilo debido a la pérdida de agua extracelular, retenida debido a hábitos y
regímenes alimenticios no adecuados como os comenté.
Sería recomendable llegar a perder como máximo 2 kilos cada mes.
Cantidades mayores, causarán irremediablemente pérdida de tejido magro, y puede
hacer sentirnos débiles y cansados, acusándose esta fatiga durante el ejercicio
o la práctica deportiva, e incluso en nuestra cotidianidad diaria.
Lo segundo sería señalar, que el programa dietético debe contemplar
ejercicios físicos moderados, sí o sí. De este modo, la pérdida de peso y
nuestro nuevo sistema de alimentación se hará más llevadero y más eficaz.
También cognitivamente estaremos más despiertos, disminuiremos la ansiedad
producida por el nuevo sistema nutricional, estaremos más relajados después de
la sesión de ejercicio, descansaremos mejor y por qué no decirlo…, nos
sentiremos más felices debido a la liberación de neurotransmisores a nivel
cerebral.
En tercer y por último lugar, debemos de mantener el estado alcanzado de
pérdida de grasa, durante al menos 6 u 8 meses, para que nuestro sistema endocrino
se adapte a nuestro nuevo estado. De este modo disminuimos al máximo la
posibilidad de sufrir un posible efecto rebote, asegurando evitar volver al
estado inicial de sobrepeso. Recuerda
que el objetivo no es llegar…, si no mantenerse.
Resumiendo, el método ideal se basaría en 4 conceptos: reducir la grasa, conservar el músculo,
controlar el peso y mejorar la estética.
Mediante estos procedimientos, una sencilla programación dietética en
combinación con ejercicios físicos moderados (correr puede ser una buena y sencilla opción, para empezar), se
favorece una lenta, sostenida y definitiva pérdida de grasa, a la vez que se
conservan nuestras estructuras musculares que sin duda alguna, contribuyen a
mejorar la estética corporal y la salud.
En próximos
artículos iremos avanzando en estos conceptos y en otros. ¿Contamos contigo?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy buen post, cierto que la mayoría de la gente realizamos esto sobre el mes de enero y como dice nuestro comentarista, hay que perder lento y seguro. Podrías poner ejemplos de lo que comentas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, en próximos artículos expondremos y desarrollaremos algunos ejemplos y todos los conceptos de los que hablamos. Esto de momento era sólo una pequeña introducción.
EliminarUn saludo